Hablame, me encantaba cuando lo hacías, por poco que lo hicieses, me encantaba.
Escúchame, atento a cada frase...
Llámame, hazme enloquecer con una sola llamada, hazme vacilar entre cogerlo o hacerte esperar, pero no lo suficiente como para que cuelgues...
Fumémonos otro cigarro a las 6 de la mañana en la ventana, antes de dormir.
Abrázame, abrázame fuerte otra vez, dejáme acurrucarme en tus brazos...sentirme protegida...nada me hace daño.
Échame de menos, hazlo
Díme, díme cosas bonitas, cosas que me hagan sonrrojar.
Muérdeme, ¡No!, ¡No!, pero no tan fuerte, así...suave, haz estremecer todo mi cuerpo...
Contéstame...contesta mis mensajes, mis llamadas...
Quíereme, me encantaba cuando lo hacías y nuestras conversaciones acababan con un TE QUIERO!
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