Así es, le he perdido el miedo a todo, he perdido ese pequeño miedo que tenía por quedarme sola, ese otro que me impedía acercarme a él, he perdido el miedo a hablar con propiedad y a hacerme dueña de mis actos, he perdido todos y cada uno de los miedos más absurdos que podéis llegar a imaginar, entre ellos, he perdido el miedo a la muerte, y ahora, gracias a ese pequeño paso de los miles que una persona da al día, soy libre, soy feliz, seré cobarde pero he escogido la salida más segura.
Esto en parte es bueno. A jugartela mujer! :D
ResponderEliminar