Imagina

Manos enganchadas a mis caderas, moviéndola como la llama de una vela que baila acompañada de cada susurro que el viento le manda, como si se tratara del mar encerrado en una botella apunto de dejar salir el bravo oleaje que encierra en su interior.
Si, en definitiva somos dos locos, tarados y sudorosos sin otra meta que no sea la de fundirnos en un solo cuerpo. Mirándonos, gimiendo, besándonos como si el mundo se acabase en  escasos segundos, aprovechando cada parte de tu cuerpo, del mio...Encenderte y despedazarte con mis ganas, mecerte en el caluroso vaiven de nuestros cuerpos, sentir tu sudor bañando mi piel, oír tus latidos salir de tu pecho, desenfrenados, notándolos insaciables a cada juego, anclarme entre tus piernas y clavarme en ti humedamente una y otra vez, sin cesar, sin desperdiciar nuestro tiempo.
Recorrer silenciosamente cada rincón escondido, pillarte por sorpresa y ¡joder!, tienes la maldita cualidad de anularme como persona cada vez que me desnudas a lo bestia y rompemos paredes con nuestros cuerpos, mi estúpida manía de arrancar el papel de la pared cada vez que estoy cerca del climax y empezar a notar tu respiración cada vez más acelerada, tu piel cada vez más caliente y tu boca ansiosa de mi cuerpo. Eso me gusta, sigue.
Muérdeme un poco más los pechos.Recorre mi cuerpo con tu lengua tibia,suave.
Crece dentro de mí, empápame con fuerza y escúchame gemir.
Me follaste. Como jamás nadie lo supo hacer.
Y sigue...aviéntame, déjame, zarandéame, lámeme, desgárrame, amárrame, murmúrame, siénteme,

Me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez el hombre que deseo tener entre mis brazos, aunque sea por una noche.


-Porque detrás de tu máscara de hielo, esa que a veces atraviesa la calidez de tu mirada, se encuentra intacta y vestida de blanco mi esperanza...-